Por F. Xavier Agulló. Leonardo Anselmi (Rosario, Argentina, 2-1-1976) llegó a Barcelona en el 2002. Cinco años después, impulsó la iniciativa legislativa popular (ILP) Prou! ('Basta' en catalán) que ha puesto a las corridas de toros de lidia con muerte del animal en el costado de la prohibición, al menos en Cataluña, a partir del 2012.
Cataluña se suma así a Canarias, quien en 1991 ya los prohibió, aunque hacía ya 8 años que no había corridas en esa comunidad y el principal objetivo era prohibir las peleas de gallos. Es pues que el caso de Cataluña tiene especial relevancia para el mundo, no sólo el taurino, el MUNDO en mayúsculas, dado que todavía hay una plaza de toros en activo en Barcelona.
He dicho en varios ocasiones que cuando no hay autorregulación, o sea, cuando no hay responsabilidad social, se acaba imponiendo una Ley. Es lo que ha sucedido con la tauromaquia, que lejos de modernizarse, por ejemplo virando hacia el modelo portugués en que no se mata al animal, se ha encerrado en una férrea defensa vinculada al nacionalismo identitario español.
Lo cierto es que no podemos decir que en Cataluña no haya sido una tradición. Barcelona llegó a ser la ciudad del mundo con más cosos taurinos, hasta tres. En tierras de Girona, las de más profunda identidad catalana, tuvieron media docena de cosos, ya todos desaparecidos excepto uno, donde no se practica desde el 2003 ninguna corrida. Pero esta 'tradición' ha ido cayendo en el olvido, hasta el punto que sobre un 90% de la población catalana estaría a favor de la prohibición.
Las tradiciones, por ser tales, no implica que no deban evolucionar. La propia ciudad de Barcelona eliminó los quioscos de animales que junto a plantas y flores eran estandarte de sus famosas Ramblas (también está prohibido exponer en escaparates de las tiendas de mascotas a los animales). Las tradiciones evolucionan, pero especialmente el sentido común de vivir con mayor sensibilidad hacia todo lo que nos rodea, y el planeta Tierra, que incluye la fauna como los toros, forma parte de esa mayor sensibilidad necesaria.
Ahora sólo queda que otros países donde la matanza de toros de lidia tiene alto arraigo (sur de Francia, España y México) reflexionen sobre la necesidad de autorregular esta práctica, y al resto de países donde también todavía hay corridas (Colombia, Perú, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Panamá y Bolivia) que si quieren ser países modernos, procedan como Cataluña y terminen con este sadismo satánico de las corridas con muerte del toro.
Hace 200 años Argentina con su independencia, como el resto del cono sur, terminaba con los toros. Hoy, 200 años después, un argentino ha venido a darnos una lección en Cataluña, que esperemos sea a su vez lección al resto del mundo que irresponsablemente permite tales aberraciones de lasa humanidad.
Un argentino termina con las corridas de toros en Cataluña
Enviado por
F. Xavier Agulló
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miércoles, 28 de julio de 2010
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2 Comentarios:
Ojalá que ese buen Argentino se venga a México aquí lo necesitamos mucho aún no se terminan las corridas. :(
Soy francés y me gustan los toros que son parte de la identidad de mi Occitania y mi Cataluña Nord, la francesa. Tal vez venga a Argentina a prohibir el futbol pues en ese pais mueren varios seguidores cada año... Como lo ven? Muy gracioso el Anselmi este. Que se quede en su Rosario, maldito sea.
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