Por Rogelio Oré. Hoy se cumplen dos meses del hundimiento de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, provocado por fallos de la empresa British Petroleum (BP) y sus socios Transocean y Halliburton. El 22 de abril del 2010 BP cometió uno de los peores errores de su historia y uno de los mayores desastres contra la naturaleza y la economía de la región del Golfo de México, ya castigada cuatro años atrás por el huracán Katrina.
El mayor derrame “accidental” de la historia era hasta ahora el causado por Petróleos Mexicanos (PEMEX) en una región muy cercana al Golfo de México. Ocurrió el 3 de junio de 1979 y tomó 9 meses frenar ese vertido de 461.000 toneladas del petróleo. El actual hundimiento del Deepwater Horizon, según informaba Greenpeace el 30 de mayo, podría haber arrojado a las aguas del Golfo de México más de 600.000 toneladas de crudo.
Según el diario BBC (30/05/2010) el vertido de BP podría seguir hasta agosto. Carol Browner, asesora de medio ambiente y energía del presidente de Estados Unidos, informó que la Casa Blanca “esta preparada para lo peor... este es posiblemente el peor desastre ecológico de la historia del país” afirmó.
El 17 de junio los directivos de BP, “puestos contra la pared” por el presidente Obama aceptaron aportar la cantidad de 20.000 millones de dólares para la creación de un fondo de compensación. Por lo menos en algo se nota la ausencia de Dick Cheney en la Casa blanca. Hay que recordar que Cheney fue vicepresidente de Halliburton y según la red Voltarie facturaron más de dos mil millones de dólares al gobierno estadounidense entre los años 1995 y 2000.
Ayer mismo (21/06/2010) la BBC publicó que un empleado de la plataforma Deepwater Horizon (Tyrone Benton), informó del derrame semanas antes de que se produjera el accidente. Benton dijo que su superior envió un correo electrónico a BP y a Transocean informando de la filtración cuando ésta fue descubierta. Al parecer no se reparó la avería por no parar las operaciones de extracción, que habría causando una pérdida de US $ 500.000 diarios.
Pero todo este cúmulo de problemas parece no mellar el ánimo de Tony Hayward -Director Ejecutivo de BP- quien se fue a una regata el viernes pasado en la isla de Wight (Reino Unido). La propia Casa Blanca a través de su Jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, criticó duramente esta actitud. Cabe recordar que días atrás Hayward afirmaba compungido ante congresistas de EE UU "sentir mucho lo ocurrido” y que su empresa no "escatimaría esfuerzos" para reparar el daño causado.
El mayor derrame “accidental” de la historia era hasta ahora el causado por Petróleos Mexicanos (PEMEX) en una región muy cercana al Golfo de México. Ocurrió el 3 de junio de 1979 y tomó 9 meses frenar ese vertido de 461.000 toneladas del petróleo. El actual hundimiento del Deepwater Horizon, según informaba Greenpeace el 30 de mayo, podría haber arrojado a las aguas del Golfo de México más de 600.000 toneladas de crudo.
Según el diario BBC (30/05/2010) el vertido de BP podría seguir hasta agosto. Carol Browner, asesora de medio ambiente y energía del presidente de Estados Unidos, informó que la Casa Blanca “esta preparada para lo peor... este es posiblemente el peor desastre ecológico de la historia del país” afirmó.
El 17 de junio los directivos de BP, “puestos contra la pared” por el presidente Obama aceptaron aportar la cantidad de 20.000 millones de dólares para la creación de un fondo de compensación. Por lo menos en algo se nota la ausencia de Dick Cheney en la Casa blanca. Hay que recordar que Cheney fue vicepresidente de Halliburton y según la red Voltarie facturaron más de dos mil millones de dólares al gobierno estadounidense entre los años 1995 y 2000.
Ayer mismo (21/06/2010) la BBC publicó que un empleado de la plataforma Deepwater Horizon (Tyrone Benton), informó del derrame semanas antes de que se produjera el accidente. Benton dijo que su superior envió un correo electrónico a BP y a Transocean informando de la filtración cuando ésta fue descubierta. Al parecer no se reparó la avería por no parar las operaciones de extracción, que habría causando una pérdida de US $ 500.000 diarios.
Pero todo este cúmulo de problemas parece no mellar el ánimo de Tony Hayward -Director Ejecutivo de BP- quien se fue a una regata el viernes pasado en la isla de Wight (Reino Unido). La propia Casa Blanca a través de su Jefe de Gabinete, Rahm Emanuel, criticó duramente esta actitud. Cabe recordar que días atrás Hayward afirmaba compungido ante congresistas de EE UU "sentir mucho lo ocurrido” y que su empresa no "escatimaría esfuerzos" para reparar el daño causado.
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