Por Rosa Alonso.
Ejercicio 1: Visualizar nuestro papel en la dimensión del universo.
Ejercicio 2: Sentir que un tsunami pasa por encima, nos arrastra, nos limpia y nos purifica.
Ejercicio 3: Abrir la mente para la llegada de nuevas ideas.
“A long time ago”, escribí mi último post en este fantástico BR.
Durante unos meses de intensas convulsiones económicas, me invadió el sentimiento de hastío y la desazón. Hastío y desazón que he compartido con “activistas responsables de pro”. Activistas con convencimiento y energía suficiente para seguir y no caer en esta prueba-trampa. Una vez el sentimiento evoluciona y llega a la cabeza, se transforma y llega la compasión.
Compasión dirigida al comportamiento de las organizaciones humanas después de observar su actitud en este momento de la historia. Esa conducta humana que no ha evolucionado todavía y está estancada en la crisis. Esa crisis que nubla y no deja ver el bosque entero. Sólo el árbol que tenemos delante.
Es el momento de recargar pilas para actuar con energías renovadas y prepararnos para la llegada de una nueva era. Es el momento de realizar ejercicios como los que se proponen aquí. Es el momento de preparar la llegada de la era de los valores significativos. Ni los inventados, ni los racionales. Ni los valores pensados ni los simplemente estratégicos. Los valores sentidos. La era donde se realizará una purga de responsabilidad. No sé si pasará por una depuración de responsabilidades o haremos como que no existe memoria histórica. Y eso, ahora, es lo que más me importa.
Me importa que no caigamos en el olvido. No podemos olvidar qué está pasando, qué lo ha provocado o qué causas está teniendo en todo el mundo. Tener memoria es signo de responsabilidad. Tener memoria para distinguir. Sólo conociendo los antecedentes, podremos obtener las respuestas. Sólo pronunciando “A long time ago…” encontraremos “… here we go”.
Ejercicio 2: Sentir que un tsunami pasa por encima, nos arrastra, nos limpia y nos purifica.
Ejercicio 3: Abrir la mente para la llegada de nuevas ideas.
“A long time ago”, escribí mi último post en este fantástico BR.
Durante unos meses de intensas convulsiones económicas, me invadió el sentimiento de hastío y la desazón. Hastío y desazón que he compartido con “activistas responsables de pro”. Activistas con convencimiento y energía suficiente para seguir y no caer en esta prueba-trampa. Una vez el sentimiento evoluciona y llega a la cabeza, se transforma y llega la compasión.
Compasión dirigida al comportamiento de las organizaciones humanas después de observar su actitud en este momento de la historia. Esa conducta humana que no ha evolucionado todavía y está estancada en la crisis. Esa crisis que nubla y no deja ver el bosque entero. Sólo el árbol que tenemos delante.
Es el momento de recargar pilas para actuar con energías renovadas y prepararnos para la llegada de una nueva era. Es el momento de realizar ejercicios como los que se proponen aquí. Es el momento de preparar la llegada de la era de los valores significativos. Ni los inventados, ni los racionales. Ni los valores pensados ni los simplemente estratégicos. Los valores sentidos. La era donde se realizará una purga de responsabilidad. No sé si pasará por una depuración de responsabilidades o haremos como que no existe memoria histórica. Y eso, ahora, es lo que más me importa.
Me importa que no caigamos en el olvido. No podemos olvidar qué está pasando, qué lo ha provocado o qué causas está teniendo en todo el mundo. Tener memoria es signo de responsabilidad. Tener memoria para distinguir. Sólo conociendo los antecedentes, podremos obtener las respuestas. Sólo pronunciando “A long time ago…” encontraremos “… here we go”.
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