RSE y religión: ¿relación histórico-pasada o genética?

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Un ejemplo claro de lo amplio que son los conceptos que incluye, y que es en sí misma, la RSC lo constituye el rico abanico de opciones ideológicas, culturales e incluso religiosas que lo defienden.

Los fondos de inversión éticos (lo que llamamos ISR o inversión socialmente responsable) tienen su origen en los años 1.930, de la mano de las iglesias metodistas y cuáqueras de los EEUU, que no querían invertir, por ejemplo, en las industrias del tabaco, alcohol o juegos de azar.

Incluso podemos encontrar por la red los 10 mandamientos del empresariado católico. Pero aunque estamos en el ámbito latino, y por lo tanto esencialmente católico, hay que citar iniciativas ecuménicas en pro de la sociedad alrededor de la RSE, como el Foro Ecuménico y Social de Argentina. El rabino Daniel Goldman -miembro del foro desde sus inicios y a quién tuve el honor de conocer hace un año-, en la presentación de la Cátedra Abierta de Responsabilidad Social y Ciudadana en la que participa parafraseó a un teólogo judío recordando que "todos somos responsables, pero algunos son culpables. El problema se presenta cuando, en la sociedad, transformamos a todos en culpables y a nadie en responsable". En esta definición de la esencia de la RSC nadie dudaría del contenido religioso de dicho mensaje pero... ¿alguien duda de su contenido social? Creyentes o no, ahí todo el mundo diría amén.

Alguna gente afirmará al respecto que eso es historia pasada. Otra lo contrario, que la religión está presente en la genética de la RSC. Historia o genética, sin duda hay una herencia religiosa en los valores que inspiran el buen gobierno y la ética de la RSC, aunque ahora se los llame valores simplemente sociales o responsables.

Y mientras tanto, en ambas perspectivas, la histórico-pasada o la genética, hay gente trabajando en pro de ideas distintas pero los mismos conceptos. No citaré la multitud de iniciativas que nada tienen que ver con religión, son archiconocidas, pero no lo son tanto quizás las religiosas. De hecho la mayoría nos hemos formado en ellas, pues la mayoría de universidades y escuelas de negocios de nuestras latitudes tienen una base religiosa, y por lo tanto algo habremos heredado.

Recientemente, la Universidad Católica de Temuco (Chile) inauguró el Centro de Ética y Responsabilidad Social Juan Pablo II. Por otro lado, dos de las tres grandes escuelas de negocios españolas, IESE y ESADE, pertenecen a distintas ramas religiosas católicas, y ambas son muy activas en el campo de la RSC, quizás con un enfoque algo distinto. Así pues, la mayoría de quiénes nos dedicamos al mundo de los negocios nos hemos formado en entornos religiosos.

No se si entre religión y RSC hay una relación histórico-pasada u otra de genética, lo dejo a juicio de la audiencia, pero no tengo duda de que hay una herencia.