Periodismo responsable

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Forética, entidad para la promoción de la RSC, ha lanzado la II Convocatoria del Premio de Periodismo y Responsabilidad Social Empresarial, que cuenta con el patrocinio de la farmacéutica Novartis. Según informa la organización el objetivo fundamental de este Premio es "fomentar la utilización de cauces mediáticos para la mejor implantación de la gestión ética y responsable en las organizaciones y su difusión a todos los niveles de la sociedad". Podrán concurrir todos los trabajos publicados o emitidos por medios de comunicación en España entre septiembre de 2005 y septiembre de 2006.

Pero, ¿es el periodismo realmente responsable?

No puedo por menos que aplaudir la consolidación de esta iniciativa de Forética. Más allá de los grandes méritos que está haciendo la entidad (otro día hablaré de la norma certificable SGE 21), lo que más destacaría es la inclusión de los medios de comunicación en la promoción de la RSC. Tal y como comentaba en un anterior post titulado Territorios Socialmente Responsables, los medios son una parte muy importante en la creación de corrientes responsables en nuestra sociedad.

Por un lado los agentes consumidores deben tener acceso a la actuación responsable (o no responsable) de las compañías para poder guiar la decisión de sus compras, y por otro lado las empresas deben poder tener una difusión de sus méritos acorde con la magnitud de los mismos. Pero además, son un agente vertebrador junto a administraciones públicas para crear un entorno más sostenible.

Pero, ¿por qué no tiene la responsabilidad social una presencia importante en los medios? No creo que sea por las personas, los y las periodistas se sienten agentes promotores de cambios sociales, no olvidemos que su profesión se sitúa precisamente dentro de las ciencias sociales. El problema radica más en dos elementos distorsionadores de este dorado periodístico llamado libertad de prensa: el gasto publicitario y la política.

Es precisamente tan grande el poder de esos dos distorsionadores que la responsabilidad social siempre quedará sujeta a la valentía de las personas. Por suerte hay muchos y muchas valientes.