Por Cristina Almirall. Dicho de manera sencilla, la agricultura ecológica es un sistema de producción agrícola que proporciona a las personas consumidoras, alimentos frescos, sabrosos y auténticos al tiempo que respeta los ciclos naturales. De hecho, un total de 26 millones de hectáreas en todo el mundo se dedican a la agricultura ecológica.
En España, la superficie destinada a este método de producción es de más de 700.000 hectáreas. El 90% de las personas consumidoras españolas sabe que los alimentos ecológicos están libres de tratamientos químicos y que no perjudican al medio ambiente. Pero hasta hace poco estos productos de calidad no estaba al alcance de la mayoría de los bolsillos por el coste.
Ahora esta realidad va cambiando. Pero la cuestión, que se plantea entonces, y más ahora, es si comprar 1 kg de arroz ecológico más caro o comprar el convencional. Los alimentos tradicionales salen al mercado a precios demasiado bajos, muchas veces a costa de los productores, y su calidad es muy baja. Por su parte, los productores ecológicos tienen que hacer frente a ciertas dificultades, como los efectos de coexistencia con los cultivos transgénicos y el problema de adaptación de los términos «bio» y «orgánico».
Lamentablemente, por ley de oferta y demanda, en países como España todavía somos pocos la clientela que queremos comprar ecológico. Pero a pesar de esta realidad incontestable considero que podemos comprar alimentos ecológicos reduciendo otros productos prescindibles sin afectar a nuestro bolsillo. Y que al final, todo es cuestión de prioridades.
Hoy en día este tipo de productos se encuentran en lugares especializados y cada vez va aumentando en la gama de productos de los supermercados y de las grandes cadenas de supermercados de toda Europa. Así pues, se va facilitando el acceso y la oferta a las frutas y hortalizas, a la carne, a las aves de corral y a los productos lácteos, además de algunos nuevos productos ecológicos que se van incorporando en el mercado.
Ya sea por el atractivo de estos alimentos sabrosos y auténticos, o por el deseo de contribuir de forma activa a la protección de medio ambiente, a la mejora de los recursos naturales y al bienestar de los animales y de las comunidades rurales, el caso es que las estadísticas muestran cómo crece el consumo de estos productos. Se ha progresado tanto que de hecho ya se puede comprar comida directamente del productor y ecológica. Muchas cooperativas o empresas ponen a la disposición de la ciudadanía de una forma muy sencilla multitud de productos de calidad.
También se puede tener un huerto en casa, o disfrutar de uno urbano. Estos últimos están tomando cada vez más presencia en nuestras ciudades. Pero si el espacio que poseemos no es muy grande pero tenemos una pequeña terraza podemos tener nuestro propio huerto en casa realizando un espacio de educación ambiental y juego pedagógico. Fabricadas con madera de pino de primera calidad adaptada para exterior sin necesidad de barniz, característica que los convierte en idóneos para la agricultura ecológica. La estructura de estos huertos es robusta, estable y muy resistente. A tenor de lo dicho, consumir productos ecológicos es una cuestión de principios y prioridades, ¿no creen?
Más información: La agricultura ecológica se identifica con un logotipo europeo creado por la Comisión Europea en marzo de 2000. Este logotipo está compuesto por los términos «Agricultura Ecológica - Sistema de Control CE» [Reglamento (CEE) nº 2092/91 del Consejo] y tiene carácter voluntario. Según las condiciones establecidas, el 95% de los ingredientes del producto, como mínimo, se tiene que haber producido de acuerdo con métodos ecológicos.
Consumir productos ecológicos es una cuestión de principios y prioridades
Enviado por
BANC SOLIDARI
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jueves, 24 de mayo de 2012
3 Comentarios:
Los productos ecologicos parece que se van abriendo hueco en el mercado, existian comentarios sobre su calidad, sus tratamientos artificiales, y si eran del todo sanos o no. Todo esto parece que poco a poco se ha ido aclarando, de tal manera que ya no se diferencian tanto en el mercado, no asi por su precio, que sigue siendo claramente mas caro.
Aun asi opino que los productos que sean ecologicos deberian ser identificados, de tal forma que el consumidor sepa perfectamente que tipo de producto esta comprando, si es de forma ordinaria o un producto ecologico.
ciertamente ha habido durante mucho tiempo dudas entre las personas consumidoras para reconocer los alimentos ecológicos.
Debido en parte al aprovechamiento comercial indiscriminado de términos como biológico o bio. Tal motivo ha generado, que productos que no cumplían las normativas comunitarias y sin pasar los pertinentes controles de calidad que los certificaran, como si de alimentos ecológicos se trataran.
Desde el 14 de Julio del 2005 una normativa europea recoge para todo el espacio europeo, que el término "bio" y "biológico" queda fijado exclusivamente para la clasificación de alimentos que cumplan con la normativa sobre alimentos ecológicos, lo cual viene a sumarse a los ya términos protegidos de "eco", "ecológico", "org" y "orgánico".
Debemos apostar por los alimentos de procedencia natural y ecológica. Los productos ecológicos son beneficiosos para nuestro organismo, no tienen componentes artificiales ni dañinos. Eso sí, siempre tienen que ser certificados.
Un saludo.
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