Por Cristina Almirall. En los momentos de desesperanza social y falta de creencia en la clase política, hace falta que surja un gobierno, que un líder con carisma sea capaz de llevar por bandera la ética y que firmemente pueda conducirnos a creer nuevamente en el progreso económico y democrático.
Hoy mismo en el que el desempleo es imperante y terroríficamente creciente, y los tiempos de bonanza económica se han quedado muy atrás, el gobierno tiene que tomar medidas de austeridad, pero también medidas de recuperación de la actividad económica que supongan un progreso socioeconómico real, que pare definitivamente la sangría que se está provocando actualmente.
Pues ya quien no teme abrir el periódico porque la cifra de personas paradas va aumentando por momentos y asusta pues sabemos los dramas que se encuentran detrás de cada número.
Definitivamente, de lo que se trata es que se consiga nuevamente restaurar la confianza que hemos perdido en la economía y en la clase política.
Convencernos que el ahorro y las nuevas medidas nos llevarán a salir de la crisis y a devolver el empleo a los que lo han perdido.
Aunque sabemos que no parece que vayamos a salir de esta situación sin un gobierno líder que recuperando la ética nos vuelva a dar la ilusión que necesitamos. Pues el ánimo en un país es fundamental para dar vida.
Sí amigos y amigas, antes de todo tiene que resurgir la ética. Pues sin la recuperación de la ética en la política no saldremos de la frustración y la desesperación. Y no recuperaremos nuestro ánimo y energía.
Es cierto, la innovación, la competitividad y la internacionalización de la economía española son asignaturas pendientes que nos harán conseguir un crecimiento económico estable y sostenible, pero no serán suficientes sin una ética sólida que abandere el resurgimiento de nuestro país.
Es bien sabido que los continuos casos de corrupción, unidos al excesivo gasto de la clase política, ha generado un cisma entre la sociedad y la clase política, como lo demuestran las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas.
La verdad es que el deterioro de la imagen de la política va en aumento y supone una barrera para el desarrollo democrático de nuestras instituciones.
Y sin embargo, la palabra crisis nos conduce a una lucha encarecida por abandonarla, y empezar una nueva época de cambio y transformación que nos lleve a nuevas y positivas oportunidades.
A mi modo de ver, esta crisis ha mostrado con creces los problemas y debilidades de la economía española, pero al mismo tiempo, ha dado una oportunidad para realizar las reformas necesarias para superarla. Reformas exigidas en todos los ámbitos y estamentos. Pues sólo de este modo, podremos vencer las contrariedades y amenazas.
Así pues, necesitamos de forma imperiosa una reforma de la clase política y unos políticos y políticas que sepan estar a la altura de estos momentos.
Es la hora de que garanticen los derechos sociales y restauren en la medida de lo posible el estado del bienestrar.
Es finalmente la hora de la clase política valiente y de las personas con visión integradora y honradez. Pero sobretodo y por encima es la hora de las políticas éticas.
Necesitamos una clase política honrada y ética
Enviado por
BANC SOLIDARI
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lunes, 20 de febrero de 2012
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