Por Rosa Alonso. John Galliano, como individuo de carne y hueso, tiene opiniones-erróneas, equivocadas, acertadas, controvertidas, insultantes, penosas, comprensibles, personales o tristes (elige el calificativo que quieras) - sobre cuestiones que van más allá de su propio trabajo en el taller de París. Opiniones -parecen ser- basadas en su antisemitismo.
Y desafortunadamente estas opiniones las manifiesta en un entorno íntimo, en una brasserie, cuando ya lleva unas copitas de más, mientras le gravan con algún dispositivo tecnológico para colgarlas en la red.
Pobre ingenuo. Esto supone su despido inmediato de DIOR.
Y, por supuesto, este despido no está exento de polémica.
Una polémica que ha despertado (algunas, no te creas) alarmas en el mundo de la moda.
La moda, este mundo entendido como frívolo y volátil, cada vez pone encima de la mesa debates más interesantes y no exentos de la valoración de diferentes conceptos éticos.
Un debate que me despierta muchos interrogantes-para variar-.
De entrada me pregunto por la causa: ¿En qué contexto se están haciendo las declaraciones? ¿En qué entorno? ¿En qué condiciones? ¿Cuál es la procedencia del vídeo? De quien está acompañado? A nadie más le parece un vídeo editado? ¿De verdad piensa lo que dice? ¿Sabe lo que dice? ¿Lo comprende? ¿Sabe que el jefe de DIOR es judío?
Después me pregunto sobre las consecuencias: Despedir a alguien por su ideología -sea cual sea- es legítimo? ¿Y ético? ¿No estará sometiendo al despido de Galliano por una necesidad de DIOR de renovarse? ¿No habrá sido un pacto entre partes? ¿La carta de Natalie Portman fue el detonante?
Y finalmente, me quedo como estaba. Sin respuestas.
De hecho, la única conclusión a la que llego es que en el mundo de la moda no sólo debe reaccionar frente a situaciones adversas. Debe empezar a plantearse inmediatamente otros debates más sustanciales.
Y DIOR podría aprovechar el momento que las circunstancias le ponen encima de la mesa.
Pero, claro, DIOR es una marca. Es una empresa que debe mantener su status y su reputación. Una reputación de dudosa calidad moral.
Este es el debate. Un debate sobre reputación, relaciones laborales y responsabilidad social.
Galliano, profesionalmente, ha hecho y hará un trabajo magnífico y DIOR deja mucho que desear.
Puedes ver las declaraciones en: http://www.youtube.com/watch?v=FYsiNnmAPbE
¿Hablamos de DIOR?
Enviado por
ROSA ALONSO I MARTÍNEZ
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viernes, 4 de marzo de 2011
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