Por Patricia Aragón. El Libro Verde de la Unión europea sobre responsabilidad social, define este concepto como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores. (...). No obstante, la responsabilidad social de las empresas no se debe considerar sustitutiva de la reglamentación o legislación sobre derechos sociales o normas medioambientales, ni permite tampoco soslayar la elaboración de nuevas normas apropiadas. En los países que carecen de tales reglamentaciones, los esfuerzos se deberían centrar en la instauración del marco legislativo o reglamentario adecuado a fin de definir un entorno uniforme a partir del cual desarrollar prácticas socialmente responsables.”
El quid de la cuestión está en el término integración voluntaria. La voluntariedad implica que si no se realizan determinados compromisos las consecuencias son nulas debido a que los mismos son voluntarios.
La responsabilidad de las empresas con la sociedad tiene que empezar por cumplir rigurosamente con las leyes laborales, medioambientales, fiscales, de prevención de riesgos laborales, con las leyes de igualdad y no discriminación y por supuesto con las obligaciones internacionales como el respeto a los Derechos Humanos. El incumplimiento de la legislación sí conlleva unas consecuencias y unas responsabilidades determinadas. En estos casos si se puede responder a las preguntas ¿quién es responsable? ¿de qué? y ante quién. El que una empresa cumpla con la normativa sobre vertidos no la hace más responsable desde el punto de vista de la RSE, simplemente está cumpliendo con el deber que todos y todas tenemos de acatar las leyes en un sistema democrático y de derecho. Los incumplimientos de las leyes si generan compensaciones y también pérdidas a las empresas.
Una de las ventajas de la globalización es la rapidez con la que se transmiten las noticias: si una empresa es denunciada por prácticas discriminatorias en la gestión de su personal o por comprar productos de una empresa proveedora que utiliza mano de obra infantil, la consecuencia inmediata será una caída del consumo de sus productos y si cotiza en Bolsa probablemente sus acciones bajaran y su reputación corporativa se verá dañada. Las empresas que cumplen con las leyes cumplen con este deber.
Bajo el paraguas de la Responsabilidad Social no puede incluirse lo que la normativa exige. No. Una empresa o multinacional no puede decir que es solidaria y responsable socialmente sólo porque cumple la legislación. En el caso de las multinacionales, dando un paso más, deberían cumplir, en todas sus filiales, la legislación más protectora. No pueden decir que son responsables cuando su filial en un país sin legislación o siendo ésta menos restrictiva, se acoge a esto para pagar salarios de miseria, no respetar los recursos naturales o no adoptar medidas de prevención.
Muchas empresas ya se han dado cuenta de la rentabilidad que supone el ir más allá de la normativa y dar pasos (suelen ser pequeños) en el compromiso hacia el entorno y la sociedad. Tener en cuenta las necesidades de los grupos de interés, vende. Las y los consumidores cada vez son más conscientes del impacto que pueden tener sus decisiones de consumo en la transformación de la sociedad. Pero el problema está en lo fácil que es manipular estas decisiones y la RSE forma parte de la misma.
El que las empresas empiecen a integrar en su gestión criterios y valores de responsabilidad y solidaridad social depende en gran medida del convencimiento que al respecto tengan sus líderes y dirigentes. La verdadera RSE supone el establecer compromisos y objetivos para cumplirlos, recursos asignados a tal efecto y establecer mecanismos de seguimiento y control y de evaluación de los mismos.
Como dijo Albert Einstein "El mundo es un lugar peligroso. No por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo".
Deber empresarial y Responsabilidad Social
Enviado por
F. Xavier Agulló
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miércoles, 10 de marzo de 2010
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1 Comentarios:
Es evidente y deberia estar claro, pero el mundo está lleno de memorias de RSE donde se destaca principalmente el cumplimiento de la legislación. Lo que debería ser habitual se convierte así en extraordinario.
Buen post. Lo comparto en Twitter :)
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