Por F. Xavier Agulló. Leo en el periódico español El Mundo (tan poco independiente y profesional) que terratenientes de la Argentina acusan a la comunidad Mapuche de armar una guerrilla con el apoyo de las FARC y ETA. De no ser por el hecho de ser terratenientes quienes denuncian, y encima, para colmo, que ETA, el grupo terrorista español casi ahogado en España, les apoya, incluso alguien con poca inteligencia podría creérselo.
Pero lo cierto es que sólo los intereses de quedarse con las tierras que durante siglos ha ocupado la comunidad Mapuche están detras de estas y tantas otras mentiras. Las comunidades indígenas en toda Latinoamérica siguen sufriendo, desde la conquista castellana y portuguesa del s. XVI, el asedio y el acoso de los intereses económicos de las clases dominantes de los distintos países. Lo único que sí hay que pedirles es que, cuando consigan el poder (caso de Bolivia, entre otros), no practiquen con las mismas armas que quienes les han atacado durante siglos.
Por el resto sólo recordar que los Derechos Humanos les amparan en sus reclamaciones, y la evidencia demasiado explícita de que terratenientes y poderes económicos fácticos son quienes les acusan de inconcebibles iniciativas.
La desorganización que genera estructurar a una cultura no occidental en nuestro mundo de "derechos" provoca un duro contrasentido y una alegalidad entorno al modo de vida tradicional.
ResponderEliminarNo dudo de que algún miembro de la nación mapuche pueda haber buscado en internet tácticas de guerrilla de grupos como las Farc o ETA, pues hagan lo que hagan, por ley van a ser pisoteados.
Ante el drama de adaptarse a un mundo en el cual no tienen opciones, a no ser que como toro sentado se pongan a venderse a los turistas, hace que ante una derrota anunciada se busquen alternativas dramáticas.
Quizás el problema, el sistema que impera en Chile, caiga por su peso con el tiempo, aunque por delante se lleve a toda una cultura. En todo caso, aquí ya nos creímos todo lo que nos vendieron,
Se ha dicho de la comunidad mapuche, y por ello no es aceptada, que no respetan las instituciones de los países entre los que están repartidos. ¿Cómo iban a hacerlo si ya estaban antes que existiera algo llamado Chile o Argentina? En fin, algo que jamás voy a entender, la falta de respeto de la cultura occidental por otras distintas, pues la occidental se cree superior a todas, cuando a menudo es justamente al revés.
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