Por F. Xavier Agulló. La columna construida en 1888 con motivo de la Exposición Universal, será desde ahora algo más que un monumento histórico. Al no poder desfigurarla con aparejos de aire acondicionado, ha sido necesario introducir la energía geotérmica para climatizarlo.El principio de la geotermia es sencillo: el subsuelo se mantiene a temperaturas constantes durante todo el año, debido a la radiación solar. Desde el exterior sólo hay que facilitar el intercambio. Una bomba de calor capta calor en invierno del subsuelo con un sistema de tuberías con un líquido especial en su interior, hasta temperaturas que pueden llegar a los 50 ºC que pueden climatizar los interiores, mientras que en verano saca el calor del interior para enviarlo al subsuelo para conseguir temperaturas de entre 12 y 20ºC, según la zona.
En cierto modo, el ahorro generado se produce de forma similar al de la energía solar térmica. No se genera electricidad, pero sí frío y calor, con lo que el ahorro en climatización se amortiza con el tiempo. La geotermia es una de las energías renovables todavía menos explotadas, pero que tiene grandes oportunidades de desarrollo futuro, aunque depende de las características del terreno y por lo tanto es distinto según el punto del planeta en que nos encontremos.
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