Por F. Xavier Agulló. Después de la crisis financiera que está viviendo EEUU, provocada por la especulación financiera como siempre, no está claro que las medidas de rescate e inyección de dinero de la administración Bush vayan a tener efectos positivos. Esta semana escuchaba en la radio a Joan Tugores, experto economista y profesor universitario de quien tuve el honor de aprender en su momento. Asegura que es probable que las medidas tomadas ayuden a estabilizar los mercados, lo que no es tan seguro es que quienes han provocado la crisis se beneficien también de esta inyección de dinero, por más que las leyes intenten frenarlo. Y es que según sus palabras "el papel lo aguanta todo", pero la realidad es más 'real', y no es posible asegurar que buena parte del 'nuevo pastel' vaya a manos de la especulación.
Algo parecido sucede con las medidas que en España se han tomado para atajar la crisis económica provocada, en este caso, por el rebentón de la burbuja inmobiliaria. Durante años la política económica española ha alimentado la especulación inmobiliaria, con bajos tipos de interés y apuesta por el sector de la construcción para hacer crecer la economía. Solución cortoplacista irresponsable por no priorizar la competitividad de la economía con mejoras en la productividad de la economía, ya sea con incentivos a la innovación e inversión empresarial o la capacitación del factor humano. Un ejemplo de ello lo tenemos en el superior impacto de la deslocalización industrial sufrida por España, en comparación con otros países.
Pero la prioridad, claro está, sigue siendo la construcción. ¿Saben que una constructora, Sacyr Vallehermoso, es propietaria del 20% de un monstruo como la petrolera hispanoargentina Repsol YPF? ¿Cómo es eso posible? Después de tantos años de burbuja inmobiliaria es un resultado lógico. Ahora, en vez de regular que las empresas constructoras recapitalicen las empresas devolviendo dividendos 'sucios', el gobierno simplemente se limita a medidas que apoyen o subvencionen el acceso a la vivienda.
Nada cambiará en el panorama internacional aunque medien crisis: la especulación financiera y la inmobiliaria, seguirán 'interesando' a la clase política, quien mal piense dirá que porqué acaso engorde sus bolsillos.
No iría mal un poco de inversión socialmente responsable o del fomento de las finanzas islámicas en nuestro mundo occidental tan orgulloso de sus pilares fundamentales. Tugores hacía una adaptación de la frase de Winston Churchill cuando la aviación inglesa había evitado la invasión alemana de la gran isla. Aseguró Churchill que "nunca tanta gente había debido tanto a tan poca gente [los aviadores]". Adapta Tugores: "nunca tanta gente había pagado tanto para tan poca gente [la especulación]", el precio de las medidas de 'rescate' de EEUU, cifradas en 700.000 millones de USD, o el precio de la 'reactivación' del mercado de la construcción en España.
Quienes más hablan de RSC, los gobiernos, son quienes menos la practican. La UE es un gran ejemplo de hipocresía.
Las finanzas occidentales seguirán alimentando la especulación con las medidas 'anticrisis'
Enviado por
F. Xavier Agulló
.
sábado, 27 de septiembre de 2008
Entradas anteriores
-
▼
2008
-
▼
septiembre
- Lo que no nos cuentan en las escuelas de negocios
- Las finanzas occidentales seguirán alimentando la ...
- ¿Deben las ONG hacer lobbying?
- Sorprenden en México las cifras del consumo respon...
- Responsabilidad + Sustentabilidad = ¿RSE 2.0?
- Más allá de las "hipotecas empaquetadas"
- RSC: Recordando Sobre Cousteau
- Forética hace de la RSC un latido real
- Pobres resultados en un estudio sobre el uso de le...
- Confusión Social Corporativa
- Ser socialmente responsable
- El cuento de la RSC
- Voluntariado de Ascardio, 20 años de Acción Solidaria
- Haciendo símiles: notificación por conducta conclu...
- La irresponsabilidad consentida
- Colombia suscribe la DUBA
- Factor X
- ¿Qué tiene que ver Coca-Cola con la alimentación y...
- Qué fue primero ¿el lenguaje discriminatorio ó la ...
- Cuando el río suena… piedras trae
-
▼
septiembre
1 Comentarios:
El papel no lo aguanta todo, actualmente los billetes son barcos de papel en un mar de especulacion
Publicar un comentario