Por Cristina Almirall. ¿Soy pobre? ¿Es suficiente con no llegar a final de mes para ser pobre? ¿Hay que ser invisible para ser pobre? La gente pobre no se ve pero está más cerca de lo que creemos y desgraciadamente cada vez hay más pobres y personas en riesgo de exclusión. Cada vez hay más personas y familias encerradas en sus círculos de indignidad y de debilidad.
Y ello a pesar de que hasta hace bien poco estábamos pasando por una “belle époque” a nivel económico. Y también de que cada vez hay más organizaciones públicas, sin ánimo de lucro y privadas que trabajan a favor de la inclusión y fomentan la mejora de la calidad de vida de las personas de nuestras sociedades o de las sociedades en desarrollo.
Un ejemplo claro del fracaso es que los Planes Nacionales de Acción para la Inclusión Social han tenido escasas repercusiones. ¿Por qué? Parecería que todavía hay que trabajar para calar más hondo en la ciudadanía sobre lo que quiere decir la inclusividad y la exclusión de las personas. Que finalmente no es otra cosa que educar en democracia.
A aquellas personas que pensaron alguna vez que ser pobre es de vagabundeo y maleantes les diré que tienen que saber que esta situación nos puede llegar a cualquiera. Porque la pobreza es un estado que acecha fuertemente en nuestras sociedades, pero que esperanzadamente es cambiable si multitud trabaja para combatirla. Claro está, no a través de las palabras, que también, sino más de las acciones y de los hechos. Esta vez las palabras no son suficientes. Porque para hacer salir a las personas de la pobreza hace falta muchas manos amigas que se esfuercen en dar la confianza y motivación, pero también un corazón fuerte que no se deje derrotar y quiera luchar contra las adversidades para superarlas.
Ahora bien, ya les digo que sin los recursos humanos, servicios y dinero necesarios no se puede ayudar a salir de la precariedad. Y los esfuerzos entonces se tornan en una lucha agotadora contra Goliat. Porque no olvidemos que la pobreza es generada por las dinámicas sociales y económicas de nuestras sociedades y que vive en ella. Generada por nuestras acciones y pensamientos. Pero claro, como la pobreza no gusta, incomoda, porque pone en evidencia nuestras carencias e incapacidades, al final la alejamos de nuestras conciencias. Porque no queremos ni podemos asumirla.
Lo que está claro es que una sociedad en la que van incrementándose los niveles de pobreza es una sociedad pobre económicamente sí, pero sobretodo es una sociedad con un problema de raíz que hace que las personas que en ella vivan, vivan de manera ansiosa, insana, infeliz, estresada, y hasta crispada. La ciudadanía que vive en este entorno es tremendamente infeliz. Y no lo digo yo, lo arguyen estudios sobre los aspectos clave que dicen nos dan la felicidad. Y lo dicen la clase médica, que en los centros de salud atienden un 40 % de casos de personas con cuadros de estrés, ansiedad, y depresión. Y que consideran que si la situación continua así las enfermedades mentales serán la causa de enfermedad del siglo veintiuno.
Una cosa es cierta, a mi, como a la mayoría de quienes yo conozco, nos cuesta llegar a fin de mes, y no porque se hayan adaptado a lo que cobren, sino porque nos dedicamos a hacer equilibrios. Pero todavía no somos pobres sino que hemos visto reducido nuestro nivel adquisitivo en unos años por diversos motivos. Lo escuchamos y leemos cada día en los medios de comunicación. La discusión y debate de los por qué y del cómo pasó está abierta.
Una vez más éste es un problema que afecta a toda la globalidad y por tanto es responsabilidad de toda ella. Y es causa de la globalización, de la especulación de materiales y bienes, de la mala distribución de las riquezas y del mal valor dado a las cosas, de la mala gestión económica, de la devastación medio ambiental, del egoísmo y egocentrismo feroz.
Pero vayamos paso a paso. ¿Quien es pobre? Dicen que pobre es quien vive por debajo del umbral de la pobreza y no puede llevar una vida activa ni normal en la comunidad en la que vive. Esto quiere decir que lo que hoy en día difiere a una persona de ser pobre de otra que no lo es son sus dificultades para llegar a final de mes. Un dato, en España cuesta cada vez más la comida y no digamos en los países que destinan un 60% de lo que ganan a alimentación.. La UE considera pobres a todas las familias y personas que se sitúan económicamente un 50 % por debajo de la Renta Media Disponible Neta (RDN) en el conjunto de un Estado. En España son pobres el 19'4% de los hogares, es decir, más de 8 millones de personas. Muy superior a la media europea, que se situá en el 15%.
Vayamos también a la definición estricta del término pobre del diccionario. Ser pobre es carecer de recursos para satisfacer las necesidades básicas: para comida, medicamentos, e higiene, que acaban conformando la calidad de vida de una persona y su núcleo familiar. Así, parecería que si no puedo disponer de cosas básicas y no puedo vivir como entiende la sociedad que debe de vivir una persona y malvivo, soy pobre. Si no alcanzo para comer, para tener luz, agua, techo, sanidad para mi y mi familia, escuela para mis hijos, material de escuela, ropa, y elementos para la higiene personal soy pobre. Si no puedo pagar el alquiler, hipoteca, estoy en el paro desde hace tiempo. Soy pobre.
Ahora mire a su alrededor. Encontrará a muchas personas que lo son pero que lo guardan, y no siempre por vergüenza. Estará conmigo en que es lamentable no llegar a final de mes, y hacer equilibrios para que así sea, pero más lamentable es no tener nada en la nevera. Imagine que quiere buscar trabajo y no tiene ni un euro para ir en metro a una entrevista de trabajo o hacer una llamada. Saber que no se tiene dinero para comprar leche para las criaturas y que mañana no se sabe si se va a perder o no la casa donde se vive es duro. No cabe duda. ¿Han conseguido leer hasta aquí? Pues les diré que creo tienen estómago para asumir las realidades que muchas personas no quieren asumir.
¿Qué podemos hacer cuando pierdes y pierdes, y cada día pareces tener menos a pesar de que luchas y luchas y haces por salir de esta situación? Qué podemos hacer cuando se te cierran las puertas y cada día tienes menos oportunidades para salir de la pobreza pues parece que la llevas enquistada en ti? ¿Podemos recurrir a alguien?
Deberíamos, por mandato. Porque si vivimos en ciudades que pretenden ser inclusivas quiere decir que no somos excluyentes, y que el bienestar no lo es para algunas personas sino para todas. Pero para que ello ocurra hay que poner freno a las situaciones de exclusión de manera conjunta, poniendo todos los esfuerzos por parte de todos los actores económicos y sociales de la sociedad. Es decir hay que poner más recursos enfocados a dar una respuesta acordada a las especificidades de cada persona y situación.
Estarán conmigo que para batallar contra la pobreza hay que tener un plan común y trabajar en red cooperando y ofreciendo los recursos necesarios continuados para facilitar la obtención de recursos. Que hay que educarse en la diversidad y en la convivencia y en hacernos conscientes de que las actitudes de consumo y de exclusión producen más dinámicas de exclusión. Y sobretodo que hay que paliar las situaciones y hasta solucionarlas ofreciendo recursos de manera eficiente, recursos humanos y servicios que trabajen de manera cooperada en relación i interrelación a la ocupación, formación, educación, salud, dependencia, promoción de la RSE, participación ciudadana, vivienda, accesibilidad, igualdad y conciliación de la vida laboral y familiar. Así seguro tendremos más riqueza y menos pobreza. Y ello en todos los sentidos.
Money, money, money
Enviado por
F. Xavier Agulló
.
viernes, 20 de junio de 2008
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3 Comentarios:
Justamente hoy se ha sabido que las 500 personas más ricas del planeta ganan más de lo que ingresan juntos 416 millones de pobres. !!!!Qué mal repartido que está el mundo!!!
Gracias, para completar les recomiendo hacerse con el Informe Anual sobre la Riqueza en el Mundo que señala que el número de particulares con patrimonios elevados a nivel mundial aumentó durante 2007...¿Le sorprende?
El número de españoles ricos ha crecido a pesar de la crisis económica. La cifra de españoles/as con patrimonios elevados con unos activos financieros netos superiores a un millón de dólares (641.489 euros), experimentó un crecimiento del 4% en 2007, lo que supone un total de 164.000 particulares.
El Informe Anual sobre la Riqueza en el Mundo, publicado por Merrill Lynch y Capgemini, señala también que el número de particulares con patrimonios elevados a nivel mundial aumentó un 6% en 2007, hasta alcanzar los 10,1 millones, y sus activos medios superaron por primera vez los 4 millones de dólares. ¿Quizás escandaloso, o más bien normal?
Me ha parecido realmente interesante lo que comentas. Me quedo con la primera pregunta: ¿es suficiente con no llegar a final de mes para ser pobre? yo creo que no porque hay muchas maneras de no llegar a final de mes, y no todas llevan implicita pobreza. Pobreza es no poder cubrir las necesidades mas básicas. Pobreza es no tener un lugar digno para vivir. Pobreza es no tener para comer de manera ordenada.
Tu artículo ha hecho plantearme el verdadero significado de la pobreza, término que no siempre utilizamos de la manera adecuada por estar tan acostumbrados a tener determinadas cosas que para nosotros son "imprescindibles" y que su renuncia nos cree sentirnos pobres.
Un saludo y gracias.
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