Por Juanjo Martí. El papel adoptado por Carla Bruni junto a Nicolás Sarkozy, al 50% de la máxima representación de la república francesa, nos da una imagen entre retrógrada por mujer al lado del hombre como del fundamental papel de la familia "nueva" compuesta por personas con divorcios e hijos de personas diferentes a la pareja.Esta demostración pública va más allá de los espectáculos que nos ha regalado el líder francés, implica la aceptación pública de un modelo familiar y de presencia femenina en los máximos círculos de poder de decisión. Desde que envió a su anterior esposa a mediar en Libia por el caso de las enfermeras, ha demostrado que no se trata de tener a su lado a mujeres bonitas, sino a auténticas estrategas, en este caso Carla Bruni. A la par escenifica a la perfección la diversidad, ninguno de los dos es de origen francés y en cambio asumen la dirección del país.
Más allá de los comentarios que traslade a la opinión pública su actuación, encabeza unas acciones que deben tomarse en cuenta y veremos como evoluciona.
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