Por Rosa Alonso. Últimamente quiero hablar de muchas cosas y escribir sobre algunas de ellas, pero los días pasan y no encuentro el momento. Quiero hablar de temas como el feminismo de postín, pasando por la sobre saturación y desinformación sobre el cambio climático y llegando a la Responsabilidad Individual.
Es con este último tema con el que me voy a quedar hoy.
Me parece apasionante como cada vez más a menudo el ejercicio de ver paja en el ojo ajeno se está poniendo de moda. Vamos, así como criticar a bailarines y bailarinas de “Fama” entre personas treintañeras.
Llega un momento en que juzgar los comportamientos de las organizaciones nos debe llevar a una reflexión mucho más profunda que la simple “crítica” insustancial vertida porque “queda bien” hacerlo sobre “grandes monstruos de la economía”.
Veamos, esos “grandes monstruos” producen en función de lo que el consumo demanda. Entonces, deberíamos reflexionar sobre las responsabilidades de las corporaciones como que no son más que fieles reflejos de lo que sus mercados (clientela) les piden. Por tanto, la responsabilidad de que una empresa utilice uno u otro material no es más que la del consumidor y consumidora que sigue consumiendo.
Que empresas, por ejemplo, utilicen transgénicos no es porque sólo quieran ahorrarse dinero, es porque quien consume no se plantea comprar otro producto de la competencia. Que haya instituciones que sigan emitiendo gases de efecto invernadero es porque quien consume no se preocupa si el producto o servicio ha tenido que importarse desde no sé cuantos kilómetros más allá.
El poder lo tiene el consumo. Yo y Usted. Plantéese siempre que consuma algo qué es lo que está consumiendo, de donde ha sido traído, como ha sido fabricado, qué personas han tocado o participado en su elaboración, qué materias primas han tenido que ser utilizadas y en qué condiciones… Ya lo decía el presidente de Camp “si encuentra algo mejor... cómprelo”!
Porqué le pedimos al sector privado que además de cumplir las leyes, haga mucho más, si las personas no cumplimos ni las de circulación? Y sigo insistiendo, por qué las ONG le piden a las empresas que actúen de una forma que ni ellas saben ni pueden aplicar?
Cuando asumamos que tenemos parte de Responsabilidad en este pastel de la Responsabilidad Social, podremos comer un poco y criticar los ingredientes.
La Responsabilidad Individual en la Responsabilidad Social
Enviado por
ROSA
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viernes, 22 de febrero de 2008
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