Por Cristina Almirall. Antes de acabar el día podría preguntarse si sabe a donde se dirige el dinero que gestionan sus entidades financieras para tratar de sacarle el máximo rendimiento. Sepa que su dinero tiene mucho poder y que puede contribuir a hacer de nuestro mundo un mundo mejor, más justo e igualitario. O puede contribuir, aunque le parezca alarmante, de la producción y venda de armas, tabaco, alcohol, de la extensión de la pornografía, la explotación laboral e infantil, la experimentación con animales, la contaminación y destrucción del medio, y la producción de energía nuclear, entre otras atrocidades.
Aunque le parezca mentira “si usted quiere puede hacer de este un mundo mejor”. Y así, porque otro mundo es posible, usted puede contribuir a transformar la sociedad y el entorno natural que le rodea, protegiendo los derechos humanos y laborales, apoyando el desarrollo local y comunitario, desarrollando la perspectiva de género y la igualdad de oportunidades de todas las personas, promocionando el comercio justo, el consumo responsable y la economía social.
Supongo que se estará preguntando ¿cómo puedo hacer yo tal inmensidad? Pues le diré, que no voy a descubrirle nada nuevo. El mundo actual se mueve por el “Dios del dinero”. El color del dinero tiene una fuerza irrefutable y puede darnos lo mejor o lo peor de sí mismo. En el actual orden económico internacional existe un sistema financiero que impulsa el desastre y la exclusión, y otro distinto del convencional, que trata nuestro dinero y recursos pensando en proteger el medioambiente y mejorar la calidad de vida de las personas.
Como sabe, hoy en día es prácticamente imposible prescindir de las entidades financieras para gestionar nuestros ahorros y gastos. Por supuesto, es una lógica aplastante, el sistema financiero destaca por su interés económico y por su necesidad imperante de aumentar sus beneficios, pero saludablemente para nuestras sociedades democráticas en los últimos años muchas entidades financieras están incorporando en sus políticas de inversión su compromiso no sólo con la clientela, accionariado, personal, proveeduría, personas colaboradoras y socias, sino también con la comunidad en general y el entorno social y medio ambiental que les rodea.
Aunque le impresione, en el presente sistema financiero existen modelos cada vez más solicitados tanto en la banca convencional como en la alternativa, para que nuestros ahorros no sean utilizados de forma especulativa o para fabricar armas, explotar laboralmente, perjudicar el medio ambiente o a quienes se encuentran en situación desfavorecida, y existen, por el contrario, un amplio abanico de posibilidades de ahorro e inversión que incorporan criterios éticos. Las llamadas finanzas éticas están empezando a adquirir un especial protagonismo en nuestras sociedades y se muestran como una alternativa para aquella clientela con valores que desean que sus bancos actúen conforme a sus ideas. Plantean pues otra forma de ahorrar e invertir, buscando un triple beneficio: social, medioambiental y económico. Ah, y no me olvido. Supongo que le interesará conocer que los resultados obtenidos hasta la fecha, demuestran que las inversiones éticas consiguen una rentabilidad financiera similar al resto de inversiones, incluso a veces por encima de la media del mercado.
Debido a estar realidad, actualmente muchos bancos ofrecen productos financieros que se caracterizan porque destinan parte de los beneficios generados a proyectos sociales y medioambientales como son: los fondos de inversión éticos, las libretas de ahorro solidario y las tarjetas de crédito solidarias.
Los fondos de inversión éticos son consecuencia de la adaptación de las entidades financieras a los cambios y necesidades, fruto de una progresiva evolución de éstos hacia actitudes inversoras más responsables, de tal manera que las inversiones éticas potencian, sí, una visión económica, pero incorporan a la par unos valores éticos, sociales y medioambientales.
Así, los fondos de inversión éticos y solidarios le permiten decidir en parte el destino de su dinero, puesto que tienen como fin realizar una inversión socialmente responsable y no invertir en determinadas empresas irresponsables. Entre ellos podemos encontrar la siguiente tipología de fondos en España: Banco Santander Central Hispano Responsabilidad FIM, Santander Central Hispano Solidaridad FIM, BNP Fondo de Solidaridad FIM, Fondo Solidario Pro UNICEF FIM de GesMadrid, Renta 4 Ecofondo FIM, Fondo Etico FIM de Morgan Stanley Gestión, DWS Ecoinvest FIM del Deutsche Bank, Foncaixa Cooperación FIM, El Monte Fondo Solidario FIM de Ahorro Corporación, Caixa Catalunya Solidari, Bankinter Solidaridad FIM y BBVA Solidaridad FIM, etc.
Por otra parte, las libretas de ahorro solidario, son libretas de ahorro en las que usted puede ceder una parte del interés recibido a la entidad financiera para que ésta lo invierta en distintos proyectos sociales y medioambientales.
Y por último, las tarjetas de crédito solidarias son quizás sea el producto financiero social más conocido y extendido, puesto que suelen vincularse a diversas entidades del Tercer sector y ONL con las que las entidades financieras firman convenios.
Por ejemplo, Bancaja dona un 50% de lo que recauda a los comercios cada vez que cobran con este sistema a estas organizaciones. En Bancaja, existen también diseños de tarjetas que la propia clientela puede seleccionar donde puede aparecer la Cruz Roja Española, ACNUR, UNICEF o Manos Unidas. La Caixa -por medio de la Visa Cruz Roja- dona el 0,4% de la facturación realizada por quien la usa y permite canjear, como también BBK, los puntos de las tarjetas por donativos. Caja Laboral sigue el mismo principio de donar un porcentaje y prevé un fijo por cada tarjeta de este tipo existente en sus acuerdos con médicosmundi, colegios y Cáritas. Caixa Terrassa cede parte de las comisiones generadas por su tarjeta a entidades no gubernamentales. Caixa Catalunya ofrece la devolución de una parte del consumo anual efectuado por el usuariado con su tarjeta y una de las opciones es destinar el importe devuelto a una ONG y desgravarse fiscalmente. Por último, la Caja de Granada transfiere a la Fundación La General y su programa de microcréditos el 0,7% de los ingresos generados de comisiones por compras y de la comisión anual de mantenimiento de la tarjeta.
Así que ya sabe, usted como cliente/a socialmente responsable de las entidades financieras puede decidir el futuro de su dinero y puede exigir mayor transparencia para influir en la creación de un sistema financiero más equitativo y para hacer que las entidades financieras incluyan en sus decisiones cotidianas criterios económicos pero también criterios éticos, sociales y medio ambientales, contribuyendo así a transformar el orden económico en un orden más equilibrado. Sepa que usted tiene poder y que su dinero puede salvar también nuestras vidas y con ello nuestro planeta. Ahora sólo tiene que acercarse a su entidad financiera a informarse. Y a ver qué ocurre.
No conocía estas iniciativas éticas de los bancos españoles. Creo que en laArgentina esto no existe, aunque puedo equivocarme.
ResponderEliminarVoy a hacer un link a tu columna desde mi blog, esto es muy interesante.
Sin duda un artículo muy interesante para acercar a la sociedad el matiz social de la práctica empresarial.
ResponderEliminarEl dar información a través de Blogreposanble ofrece la oportunidad de evitar el sesgo que asocia a los bancos puro lucro, lo cual siendo así no tiene que suponer el conocer el alcance de estas iniciativas.
Felicidades,
Muchas gracias a los dos por sus comentarios y por adherir mi artículo a su blog Ignacio.
ResponderEliminarSinceramente desconozco si en Argentina existen o no prácticas financieras de este tipo, aunque me inclinaría en decirle que sí.
Seguro que entre quines colaboran en el blog y nos leen, podemos encontrar la respuesta. Martín R. Santos quizás podría ayudarnos a aclararlo.
Pero teniendo en cuenta la extensión mundial de los mismos podría decirse que si no hay demasiadas alternativas seguramente que alguna habrá. Haciendo un poco de historia. El primer fondo ético y con responsabilidad social fue creado en Estados Unidos en 1971 bajo el nombre "Pax World Fund". Este fondo no tenía en cuenta las empresas que se dedicaban al mantenimiento militar de la guerra de Vietnam.
Actualmente, en Estados Unidos se comercializan unos 180 fondos éticos.
En Europa, los fondos éticos fueron introducidos por los británicos en 1984: el "Stewardship Fund" excluía entre sus inversiones a las empresas que mantenían inversiones en Suráfrica, durante el Apartheid.
En el resto de Europa han ido extendiéndose en función de la demanda de los inversores, así que en algunos países el abanico de posibildiades es más amplio que en otros.
Así que es muy posible que en Argentina también existan alertativas
Un abrazo y feliz año
Quedo a la espera de alguien que me ilumine, entonces. Tal como escribí en mi blog, no hallé ninguna referencia a estas prácticas en los sitios web de ciertos bancos en la Argentina, aunque tampoco hice una búsqueda metódica.
ResponderEliminarHace pocos días estaba pensando, justamente, en marcar cómo las tendencias sectoriales del sistema bancario europeo han comenzado a desembarcar en Argentina.
ResponderEliminarEl artículo me pareció muy interesante y respecto a los comentarios de Ignacio, es una buena noticia que se equivoque. Banco Galicia es uno de los líderes en materia de RSE y si bien no tengo información acerca de "productos" responsables (sí cuenta con un sistema de redondeo sobre el resumen de la tarjeta), sí conozco muchos de sus programas, como los de educación para el ahorro. Sí conozco el caso de Banco Nación, que si bien no se ha metido tanto en el tema, ha lanzado su tarjeta solidaria de apoyo a la fundación Cilsa y la promociona, por ejemplo, en la portada de Revista-Sinergia.com.
Hasta ahora, como bien dice Ignacio en su blog, la RSE ha sido una buena estrategia para que el sector bancario argentino recupere la imagen y la confianza de las personas, en baja desde la crisis de 2002.
Muchas gracias Martín por sus explicaciones
ResponderEliminarEstoy con ustedes que seguramente los bancos han visto en la RSE una buena estrategia recuperar la confianza de las personas. Y espero que las posibilidades de inversiones socialmente responsables vayan en aumento no sólo para mejorar reputación, sino por puro convencimiento y real implicación en programas, proyectos que contribuyan a transformar el medio y la vida de las personas.
Hola Cristina. Me ha gustado tu artículo sobre el uso que hacen los bancos con nuestro dinero, pero luego pierde fuerza cuando hablas de productos éticos de los bancos. En mi opinión, que algunas entidades destinen parte de sus beneficios a una obra social o microcréditos o que comercialicen productos solidarios no cambia mucho las cosas. A veces es únicamente una estrategia de Marketing, de imagen. La verdadera responsabilidad está en "hacer caja" con inversiones éticas, que el propio beneficio empresarial se obtenga de forma responsable financiando iniciativas valiosas y que también necesitan un banco para salir adelante. Estoy pensando, claro, en Triodos Bank (www.triodos.es), del que soy cliente desde hace un par de años y que me asegura que mis ahorros no van a parar a armas, nucleares, petróleo, etc. No me sirve de nada que mi banco haga grandes inversiones en sectores con los que estoy en contra y que luego comercialice un fondo ético o un depósito solidario para "lavar" imagen, porque están confundiendo a aquellos ahorradores responsables que realmente queremos saber qué hace el banco con nuestro dinero.
ResponderEliminarMuchas gracias "cliente ético" Efectivamente tienes razón, porque como bien observas banca ética y bancos y cajas con productos éticos son otra cosa. Por ello la banca ética necesita a mi modo de ver otro post. Un espacio de reflexión propia.
ResponderEliminarDe hecho, ya estoy trabajando en este artículo desde hace un tiempo
Conozco muchas personas que como tú son clientes del Triodos Bank
En Cataluña acaba de abrirse el Oikocrédit...Poco a poco vamos avanzando y madurando en este tema.
Por otra parte, las entidades financieras han empezado a dedicar más y más programas y productos sociales, y si bien puede parecer que lo hacen exclusivamente por imagen y reputación, y que ciertamente será el caso de algunos, puedo decirte que no todos son así. Algunos tienen equipos humanos creyendo en lo que hacen y apostando por abrir camino a la RS y cuando hablas con ellos y trabajas conjuntamente, te das cuenta que estas personas humanizan las entidades financieras en las que trabajan
Gracias por leerme