Por Juanjo Martí. La responsabilidad social según sea interpretada concierne a empresas, a conceptos éticos de gestión, una sensibilidad especial por el medio ambiente y la inversión en la comunidad, podríamos decir a su vez que es un paradigma desde el mundo académico y continuar nuestro trabajo identificando indicadores que den prueba de su existencia. Desde los libros a la web la vemos relacionada con empresas, mientras la administración pública se muestra temerosa de imponerla porque a su vez sería de cumplimiento obligatorio para su estructura. Las ONG la piden a la empresa pero a su vez se cuidan y bien de ser claras y transparentes, siendo beneficiarias de una administración que critican pero a su vez las financia y depositarias de unos fondos provenientes de costosas campañas publicitarias y una legión de mileuristas que se dedican a parar gente en la calle para que sea donante. Ahora empieza mi interrogante...
¿Por qué no se empieza a cuestionar desde la perspectiva individual? Parece ser que la frase "el ser humano es un animal social" esconde algo más del simple pertenecer a una sociedad, para no asumir la propia responsabilidad de vivir en ella, la alienación elimina el sentimiento de responsabilidad y por consiguiente, entrando en términos psicológicos, la culpa por las acciones que podemos considerar erróneas pero ante las cuales no reaccionamos.
Estoy desarrollando una tesis de investigación desde el llamado enfoque centrado en la persona, y creo que es la clave para entender de manera global el cambio que implica querer vivir en una sociedad responsable. El deber de ejercer nuestro pensamiento crítico y promover foros de diálogo asumiendo que se van a dar cambios y se escucharán expresiones con las cuales podremos o no estar de acuerdo.
El estado o la empresa podrán o no estar de acuerdo por intereses, la empresa económicos y el estado, entendido como el partido de gobierno, por preservar el poder. A su vez podrán estar o no de acuerdo todo lo que no es empresa o estado, como el llamado tercer sector cuando corresponde a entidades organizadas o sociedad civil.
Empecemos por el inicio, y vamos a los antiguos, primero fue Dios, Zeus, Ala, Yahvé... quien dio vida a un hombre y una mujer, ellos fueron los responsables de sus actos, no había sociedad a quien responsabilizar en esa hermosa metáfora de la creación.
No es la empresa irresponsable, no es el estado, ni el tercer sector, somos cada integrante de la humanidad quienes no actuamos responsablemente permitiendo desigualdades, injusticias y un largo etc.
Asumámoslo y preparémonos para un siglo XXI en el que las futuras generaciones deberán asumir su conducta y sus efectos. Quien fabrica una bomba mata tanto como el que la coloca, quien planta un árbol come y da de comer de sus frutos a quien sea que se le acerque.
Cada vez que leo algo sobre la responsabilidad social de las empresas se me ponen los pelos de punta. Como cuando ves a esos ancianos asistiendo a largas charlas de unos rufianes que les calientan la cabeza con regalos fáciles, como una manta eléctrica, a cuenta de que suelten su dinero para comprar otras cosas más absurdas e inmnesamente más caras.
ResponderEliminarEn la mayoría de los casos la responsabilidad social de las empresas no es más que un lavado de cara frente a los empleados, un "cuidar la imagen" para que los benchmark de su sector NO las marquen como empresas obsoletas.
Ahí debe de jugar un gran papel el tercer sector. ONGs serias que sepan canalizar las ayudas econónimcas en proyectos éticos, responsables y transparentes. Para que al menos todo ese dinero y acciones de las empresas acaben aportando algo "social" y no exclusivista.
Un saludo
Estimado Jesús,
ResponderEliminarEs de agradecer siempre que los artículos promuevan el diálogo.
La responsabilidad social va más allá del márketing empresarial que comentas, se trata de educar a una nueva generación de empresarios en temas de medio ambiente, igualdad de oportunidades, mejora de salarios y sobretodo no olvidar que empresa y territorio van de la mano.
Las ONG a su vez, si bien tienen su objetivo en los proyectos sociales, si generan para funcionar una estructura empresarial.
En mi artículo refiero a que estamos en un momento en que más allá de empresas y ONG, nuestra prioridad tiene que ser desde la resposanbilidad de cada uno promover que en el futuro no hablemos por diferenciado de ong, empresas o estado, si no de gentes que viven en su comunidad en respecto hacia sus semejantes y el medioambiente.
Un saludo,
Estimado Juanjo, estimado "combloguero"(si existiera este término):
ResponderEliminarHas incidido en un tema que creo crucial para el desarrollo futuro de la RSE.
Al igual que tú, pienso que la Responsabilidad Social empieza por uno mismo, en nuestros actos individuales diarios que influyen en nosotros mismos y en la sociedad en la que vivimos.
Actos como el ahorro energético y de agua en nuestro domicilio y en nuestro puesto de trabajo; el consumo responsable, no solamente en cantidad sino en "cualidad" (no calidad); el uso del transporte colectivo diario; la discriminación de nuestros residuos para su recogida selectiva; el pago de nuestros impuestos; el compartir con nuestras parejas las labores domésticas; etc, son algunos ejemplos de lo podría denominarse RSI (Responsabilidad Social Individual).
En la medida que seamos "excelentes" en nuestra RSI podremos requerir a todos los demás grupos de interés que aumenten también su grado de responsabilidad.
Porque también los sindicatos, las organizaciones de consumidores, las ONG, el estado, los medios de comunicación y el resto de grupos de interés deben ser "socialmente responsables" en sus actuaciones.
De esta forma con individuos responsables y organizaciones responsables podemos establecer el diálogo de la RS con las empresas de una manera más firme.
En esta situación podríamos hablar de Corresponsabilidad Social como la situación en la que la sociedad en su conjunto desarrollara las acciones necesarias para satisfacerse unas a otras hacia la mejora de esta sociedad y la consecución del desarrollo sostenible.
Fernando Barbero
El apelativo combloguero si no existe acabará siendo incluído por la academia,
ResponderEliminarGracias por el apunte, para este año creo que será clave el que intentemos participar del mayor número de artículos que se publican, y del individuo a la sociedad.