Por Leticia Rebeca Gasca. Esta es una historia de innovación: Un grupo de mujeres indígenas quechuas habían sufrido en silencio la violencia intrafamiliar por miedo, por vergüenza ó por la imposibilidad de defenderse.Sin embargo, decidieron dejar sólo de lamentarse para pasar a la acción y se agruparon mediante el proyecto Defensorías, una respuesta comunitaria a la violencia familiar, de Perú y enfrentaron unidas la difícil situación que viven.
Por ello, ganaron en 2006 el primer premio del concurso Experiencias en innovación social, convocado por la CEPAL con el apoyo de la Fundación W.K. Kellogg.
Y es que quizá lo que ha faltado es innovar, reinventar la manera en la que vivimos la responsabilidad social, el desarrollo ó la sustentabilidad.
Así, para lograr esta innovación el primer paso es cuestionar lo que actualmente hacemos ó nos falta hacer.
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