Por Cris Pérez Vázquez. Iniciativas como "Neau" en Amsterdam y "Eau de Paris" quieren parar el crecimiento abusivo de consumo de agua embotellada. Paradójicamente, en los países dónde el agua de grifo está más controlada, el consumo del oro azul envasado es más elevado.
La problemática de este consumo abusivo es la logística y la gestión de residuos que este hecho comporta. Embotellar agua, requiere un envase de plástico que se debe fabricar. A continuación, una cadena de producción que gracias a la electricidad llena las botellas y las precinta. Cuando el producto está etiquetado y a punto, se debe distribuir. El transporte de las botellas de agua sigue la línea de contaminación, para finalmente llegar a la tienda o al consumo final.
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