Por F. Xavier Agulló. Con esta frase por título, que tomo prestada de un representante del la central obrera española CCOO y que ignoro si era original suya, quería plasmar una hecho que ya deja de ser responsabilidad social y es Ley o realidad. Cuando aumenta la legislación, retrocede momentáneamente la RSC, para luego seguir avanzando.
La responsabilidad social, en su carácter inicialmente voluntario, permite crear y sondear nuevos marcos sociales de actuación, de manera que de consolidar pasa a tener un carácter normativo o consuetudinario. En ambos casos deja de ser RSC y pasa a ser obligación. Es lo que ha sucedido con la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres aprobada por la cámara legislativa española. Los aspectos más "mediáticos" son:
- El aumento del permiso de paternidad a dos semanas
- Se reconoce el derecho a la conciliación de la vida personal y laboral y el fomento de una mayor corresponsabilidad entre mujeres y hombres en la asunción de las obligaciones familiares
- Establece la representación equilibrada entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de las Administraciones Públicas y de los Consejos de Administración de las empresas
- Fija la composición equilibrada de hombres y mujeres en las listas electorales en municipios de más de 5.000 habitantes
- Obligación para empresas de más de una plantilla superior a las 250 personas el negociar planes de igualdad.
Es decir, lo que ayer era RSC, hoy es Ley y obligación. Durante años hemos asistido a comerciales televisivos en que se invitaban a los hombres a asumir las tareas domésticas. Pues bien, ahora tienen por Ley la obligación de colaborar en ellas. Cuando el sentido común o la voluntariedad no pueden, sólo con regulación se consigue. A pesar de ello, no debemos caer en tentaciones intervencionistas. Es bueno regular según que aspectos, más los referidos a igualdad de todo tipo, o a la transparencia de las organizaciones, pero hay grupos que presionan para que se regule todo.
Es bueno que algunos elementos de la RSC trasmigren hacia obligación legal, pero no es bueno que se haga trasmigrar la RSC en su totalidad hacia contextos regulatorios. Esencialmente porque RSC es voluntariedad, en el momento que se regula deja de ser RSC.
La trasmigración de la RSC es una forma de hacer avanzar y mejorar las sociedades con el paso del tiempo, pero cada cosa a su tiempo, sin forzar. Y acaso también haya temas que siempre caigan en la voluntariedad, como la acción social.
De momento empero, con trasmigraciones como esta nos permite avanzar hacia ese futuro formado por la eclosión social de la mujer y no tanto por la eclosión económica china.
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