Por F. Xavier Agulló. Después del movimiento obrero del s. XIX (en Europa, pues en Latinoamérica todavía estamos en ello) y del movimiento feminista del s. XX (bueno, que todavía también seguimos trabajando en ello), llega el movimiento sénior en el s. XXI. El colectivo de personas mayores de 50 años acostumbra a ser en la actualidad de los más discriminados, en especial en lo laboral, pero también en la sociedad a menudo es difícil que ocupen un lugar relevante. Estamos ante un nuevo movimiento. Démosle la bienvenida o, mejor dicho, recordemos que siempre han estado ahí.
Experiencia, equilibrio mental y conocimiento acostumbran a ser aspectos destacados en sus perfiles. En cambio, en muchas empresas siguen prefiriendo contratar a jóvenes (¿talentos?), claro está que para recortar costos con la excusa de requerir mayor capacidad de innovación.
Recientemente he tenido el placer de conocer a Josep Aracil, un emprendedor social del municipio de Premià de Mar (Barcelona, Cataluña) que ha impulsado EuroSenior, un movimiento de cambio para resituar a los y las séniors en el lugar que merecen. Y por objetivos pequeñeces las mínimas: convertirse en el principal grupo de influencia en la Unión Europea. Ahí es poco.
Del mismo modo que en otras épocas se luchó (o lucha en otros sitios) contra la discriminación económica y laboral, y contra la de género, ellos pretenden situar en primer orden de la agenda política internacional la lucha contra la discriminación generacional.
Y ello lo pretenden conseguir no sólo con elementos lúdicos o de atención sociosanitaria como es habitual hasta el momento, sino con propuestas activas de aprendizaje continuo, desarrollo de Eurosenior Centers locales para la puesta en común de experiencias, salas TIC de nuevas tecnologías para la comunicación entre séniors de distintas zonas y países, adopción como idioma común del globish (inglés simplificado de 1.500 términos), lanzamiento de una tarjeta Eurosenior que identifique al movimiento y facilite ventajas y servicios especiales, un banco de intercambio de tiempo, un portal on-line, obtención de fondos a partir de la cogestión de servicios públicos sociosanitarios delegados por las administraciones públicas, introducción de la liberactuación (en contraposición al simple voluntariado pues no es caridad sino ayuda mútua), priorización del papel de la mujer y la introducción de los emprendimientos sociales.
Y me dejo cosas. Todo ello muy práctico, pero no por ello ausente de ideología:
POSTS RELACIONADOS: Deidades en la Tierra / Un Premio Nobel para la responsabilidad social / Más mujeres (II): más mujeres es más Responsabilidad Social en todo / Aprender a hablar de nuevo
Un movimiento sénior después del movimiento obrero y el feminista
Enviado por
F. Xavier Agulló
.
martes, 23 de enero de 2007
Entradas anteriores
-
▼
2007
-
▼
enero
- Nuevas empresas adeptas a la cadena de valor
- Si no comunicamos lo que hacemos...
- Ponga empleo motivado en su empresa: el voluntaria...
- Honduras: empujando el tiempo de la RSE
- Un movimiento sénior después del movimiento obrero...
- Reeducar al soberano. Crisis en Argentina despiert...
- ¿Cláusulas sociales en la compra pública inconstit...
- La insoportable levedad de las cifras
- Biorritmos
- El Premio Nobel para Muhammad Yunus es el Aconteci...
- Sindicatos: ¿por qué lo llaman amor cuando quieren...
- La Alianza por el Agua: un ejemplo de Territorio S...
- Populismo empresarial o una delegación hacia arriba
- Más allá de la Ley y los incentivos: la empresa re...
- Cuando la democracia participativa decide el desti...
- Blog Responsable ahora también le pone al día de l...
- Salud y Estrés Laboral: comencemos responsablement...
- Año nuevo vida nueva
- Un estado pseudo-policial para la empresa en pro d...
- Televisión... ¿responsable?
-
▼
enero
0 Comentarios:
Publicar un comentario