2GOBERNANZA
Por F. Xavier Agulló [ÉTICA EN LA EMPRESA]. Es habitual en estas latitudes temporales que alguna gente reciba de sus proveedoras obsequios. Tan habitual es que no extraña a muchas de ellas. Y aunque sea diverso el destino que se le aplica (llevárselo a casa o compartirlo con los y las colegas profesionales), no acostumbra a haber demasiados complejos morales por ello.
Pocas empresas prestan de hecho la más mínima atención al hecho, y no deja de ser para ellas una especie de remuneración en especie que recibe su personal. La Norma SGE 21 de gestión ética y socialmente responsable, de Forética, sugiere adoptar por parte de la empresa una política formal de no aceptación de obsequios, en especial de empresas proveedoras.
Y es que no nos engañemos, no cualquiera recibe regalos, y no es precisamente por ser personal de contacto. Hace unos días una amiga, que es responsable de logística de una empresa, me comentaba:
Es necesario pues que las empresas (bueno, las que quieran ser éticas, claro) limiten claramente dichas prácticas y lo formalicen adecuadamente:
Por F. Xavier Agulló [ÉTICA EN LA EMPRESA]. Es habitual en estas latitudes temporales que alguna gente reciba de sus proveedoras obsequios. Tan habitual es que no extraña a muchas de ellas. Y aunque sea diverso el destino que se le aplica (llevárselo a casa o compartirlo con los y las colegas profesionales), no acostumbra a haber demasiados complejos morales por ello.
Pocas empresas prestan de hecho la más mínima atención al hecho, y no deja de ser para ellas una especie de remuneración en especie que recibe su personal. La Norma SGE 21 de gestión ética y socialmente responsable, de Forética, sugiere adoptar por parte de la empresa una política formal de no aceptación de obsequios, en especial de empresas proveedoras.
Y es que no nos engañemos, no cualquiera recibe regalos, y no es precisamente por ser personal de contacto. Hace unos días una amiga, que es responsable de logística de una empresa, me comentaba:
"Cada año tenía una infinidad de regalos de proveedoras, pero este año tengo muchos menos, pues han creado un puesto que se encarga de negociar los precios, y ahora es ella la que recibe muchas más"Y ello a pesar de que sigue haciendo el mismo trabajo (antes los precios los negociaba su jefe). No creo que sea necesario hablar demasiado más del tema, es un claro ejemplo de que los obsequios de proveedoras no son más, en el fondo, que un intento de soborno.
Es necesario pues que las empresas (bueno, las que quieran ser éticas, claro) limiten claramente dichas prácticas y lo formalicen adecuadamente:
- Regular en el código ético o de conducta la política sobre regalos (de proveedoras y a administraciones públicas y empresas clientes)
- Dicha política puede ser algo flexible, como fijar un tope máximo de valor intrínseco (puede ser unos $ 25) o definir la destinación a fines sociales de todos los regalos
- Incluir en los contractos con proveedoras la cláusula explícita de no aceptación de regalos o su destino a fines sociales
Éstas son sólo algunas de las formas. Pero no permitamos caer en el lazo trampa de los regalos.
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