Por F. Xavier Agulló. En mi último vuelo a Latinoamérica generé 2,45 Tn de CO2 según la calculadora de Climate Care, equivalente al 20% de todas las emisiones medias que se calcula que cada persona habitante en los países del anexo 1 del Protocolo de Kyoto.Ahora he podido compensarlas colaborando, por ejemplo, en un proyecto para el cambio de estufas contaminantes por otras de limpias en Tegucigalpa (Honduras), cada una de las cuáles permite ahorrar entre 1 y 1,5 Tn. de CO2 al año a la vez que procurar la salud a quiénes respiran aire sucio (se calcula que la mitad de los hogares de la capital hondureña calientan sus estancias con dichas estufas de carbón-madera).
Lo mejor es que el coste de dicha compensación... es de £ 18,35 (aprox. € 27 o $ 32), es decir, sólo alrededor del 2% del coste del vuelo.
British Airways ha colaborado recientemente para que las personas que han viajado a un congreso en Barcelona pudieran compensar sus emisiones, financiando los proyectos en energías renovables que Climate Care tiene en países en desarrollo.
No parece que el coste de compensar las emisiones, en pro de su responsabilidad social, sea demasiado elevado a la vista del beneficio ambiental obtenido para esas empresas para las que sus personas colaboradoras viajan a menudo. ¿Compensamos emisiones?
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